La Brújula Despistada

La Brújula Despistada
La Brújula Despistada.

jueves, 23 de mayo de 2013

Dones d'Aigua


Esta vez, siguiendo con la sección de leyendas y criaturas mágicas, vamos a ver a unas criatura que habitan sobretodo en Cataluña, la Comunidad Valenciana, las Islas Baleares y el Pirineo. Se trata de les dones d'aigua (mujeres de agua), una especie de ninfas que habitan en los lagos, los ríos y el mar. También se les conoce como dames d'aigua (damas de agua) goges o aloges. Tienen aspecto de mujeres jóvenes y hermosas, ya que, al parecer, viven en cuevas donde no pasa el tiempo, llegando a cumplir mil años. También dicen que muchas viven por Sant Patllari, en les Tunes o Estunes, cerca del lago de Banyoles, donde tienen un palacio. Suelen tener el cabello claro y los ojos azules o verdes, visten túnicas ligeras o telas suaves y suelen salir a bañarse o peinarse a los lagos, ríos o el mar, muchas veces de noche. También suelen danzar y cantar juntas. Se pueden oír sus cantos y risas si se acerca lo suficiente. Pero hay que tener cuidado, porque quien se acerca demasiado, puede empezar a bailar (aunque no tenga ganas) y ser arrastrado por las aguas, quedando así encantado. Las damas de agua celebran su llegada con risas que hacen retumbar los picos de las contradas. Y hay más riesgo de que quede hechizado un hombre que una mujer. Pueden casarse con humanos, pero bajo una condición, que suele ser no decir nunca en voz alta que ella es una aloja. Si esto ocurriese, el marido no volvería verla, y ella solo regresaría por las noches ara cuidar de los hijos. Si aun así, el marido intenta verla, ella desaparecerá con sus hijos.
En Baleares, les dames d'aigua son buenas o malas según como las trates, y, si les caes muy bien (o se enamoran) pueden entrar en su casa y ordenarla mientras él no esté (el problema es que suelen dejar charcos de agua, sobretodo a la entrada).
Hay una variedad de las damas de agua, les encantades, que son más pequeñas y se esconden muy bien (aunque también puedan hacerlo las damas de agua). Se les puede ver cuando lavan sus ropas. Entonces, si consigues quitarles una de las prendas que dejan a secar, tendrás la suerte asegurada. Pero si esa encantada la encuentra, ten por seguro que se enfadará mucho.
Como siempre, por la noche del 23 de Junio les goges hacen una gran fiesta. Sin embargo, al contrario que la mayoría de seres mágicos, su magia se debilita esta noche, siendo más fácil verlas. 
También se pueden encontrar en otros sitios con nombres parecidos, como en Occitania (daunas d’ayga), Alvernia (danne d’aigüe), o Cantabria (mozas de agua).

Unas encantadas, de Mercé Carreras


viernes, 10 de mayo de 2013

Te voy a contar un cuento

Uno de los poemas que más me gusta es el de A Margarita Debayle, de Rubén Darío. Este poema lo escribió para ella. Me gusta mucho la estructura que tiene: se trata de un cuento contado en verso, pero enmarcado a la vez en el contexto de el poeta contando el cuento a Margarita.
Se ha hecho, inspirado en este poema, un corto muy bonito titulado Margarita:

Y aquí, una versión reducida que encaja con el poema:

Y aquí os dejo el poema:
Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar;
yo siento
en el alma una alondra cantar;
tu acento.
Margarita, te voy a contar
un cuento.

Este era un rey que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda hecha del día
y un rebaño de elefantes.

Un kiosko de malaquita,
un gran manto de tisú,
y una gentil princesita,
tan bonita,
Margarita,
tan bonita como tú.

Una tarde la princesa
vio una estrella aparecer;
la princesa era traviesa
y la quiso ir a coger.

La quería para hacerla
decorar un prendedor,
con un verso y una perla,
una pluma y una flor.

Las princesas primorosas
se parecen mucho a ti.
Cortan lirios, cortan rosas,
cortan astros. Son así.

Pues se fue la niña bella,
bajo el cielo y sobre el mar,
a cortar la blanca estrella
que la hacía suspirar.

Y siguió camino arriba,
por la luna y más allá;
mas lo malo es que ella iba
sin permiso del papá.

Cuando estuvo ya de vuelta
de los parques del Señor,
se miraba toda envuelta
en un dulce resplandor.

Y el rey dijo: "¿Qué te has hecho?
Te he buscado y no te hallé;
y ¿qué tienes en el pecho,
que encendido se te ve?"

La princesa no mentía,
y así, dijo la verdad:
"Fui a cortar la estrella mía
a la azul inmensidad."

Y el rey clama: "¿No te he dicho
que el azul no hay que tocar?
¡Qué locura! ¡Qué capricho!
El Señor se va a enojar."

Y dice ella: "No hubo intento:
yo me fui no sé por qué;
por las olas y en el viento
fui a la estrella y la corté."

Y el papá dice enojado:
"Un castigo has de tener:
vuelve al cielo, y lo robado
vas ahora a devolver."

La princesa se entristece
por su dulce flor de luz,
cuando entonces aparece
sonriendo el buen Jesús.

Y así dice: "En mis campiñas
esa rosa le ofrecí:
son mis flores de las niñas
que al soñar piensan en mí."

Viste el rey ropas brillantes,
y luego hace desfilar
cuatrocientos elefantes
a la orilla de la mar.

La princesa está bella,
pues ya tiene el prendedor,
en que lucen, con la estrella,
verso, perla, pluma y flor.

Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar:
tu aliento

Ya que lejos de mí vas a estar
guarda, niña, un gentil pensamiento
al que un día te quiso contar
un cuento.