Tesoros del Mar.

No estoy hablando de cofres sumergidos ni de barcos naufragados, las cosas de las que hablo pueden encontrarlas cualquier persona en cualquier playa. Se trata de tesoritos tan sencillos como éstos:

Sí. Se trata de conchas y piedrecillas y cosas por el estilo. Pueden formar parte de un verdadero tesoro. Algunas veces, sólo por lo bonitas que son:

Se pueden usar para colgantes y otras "joyas":

¿Os suena de algo este colgante?

Por ejemplo, se puede pasar de esta concha:

A esto:

O si no, para adornar simplemente:

Las piedras de playa también pueden tener todo tipo de formas, tamaños y colores:

También por la de formas raras que llegan a tener las conchas y las piedras:

Como esto, por ejemplo, que se lleva el premio de "tesoro extraño del mar":

¿Qué es?¿Una roca erosionada?¿Una esponja seca?

Miradla por detrás también:

La misma arena de la playa se puede usar para adornar cosas (pegándola directamente o metiéndola en un frasco bonito junto con algunas conchas y piedrecillas). Y también, si no encontráis nada, podéis hacerlo vosotros mismos:

Ya sé que no se ve muy bien, pero es una playa pequeñita.

Además, claro, de los maravillosos paisajes:

Y, por supuesto, las leyendas y cuentos del mar:

No es la Sirenita de Hans Christian Andersen que hay en Copenhague, se trata de A Maruxaina, una sirena gallega. Cuenta la leyenda que vive en las Islas Farallóns de San Ciprián. Durante las tormentas, se sube a una roca y canta. Algunos marineros decían que cantaba para hacerlos naufragar, mientras que otros opinaban que cantaba para avisarles del peligro. Una vez, unos marineros la pescaron y la llevaron a tierra. Allí, decidieron que Maruxaina era inocente y la devolvieron al mar. Desde entonces, en San Ciprián se celebra el segundo domingo de Agosto la Fiesta de Maruxaina, donde se celebra un juicio para decidir si la sirena es culpable o inocente (normalmente, se le declara inocente y se baila con una imagen de ella).

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