La Brújula Despistada

La Brújula Despistada
La Brújula Despistada.

martes, 1 de noviembre de 2011

Homenaje a Julio Cortázar: Instrucciones para dirigir una banda musical.

 
Vista usted un smoking si es una orquesta. Si se trata de una banda, simplemente vista de luto. Coja usted un lápiz, una pluma (que no destiñe) un palillo de dientes, su dedo o incluso una batuta, y sitúese en una tarima grande, con un atril grande y con muchos papeles grandes y dedíquese a mover los brazos.
        Mientras esté moviendo los brazos, atienda a la música. Si le pitan los oídos o se rompen los cristales, algo no marcha bien. Pare. La banda debería parar también. Rectifique y siga hasta que le guste. Si le gusta lo que suena, o siente ganas de dormir, continúe. Normalmente, es señal de que la banda toca bien.
En los conciertos, si a la gente no le gusta, afine o salude y márchese en seguida. Si les gusta o se aburren, prosiga. Si aplauden mucho al final, haga un bis. Y si le dan un ramo de flores, salude, recójalo y haga un bis.
        Hay que aclarar que los directores de orquesta a veces son más bien innecesarios. Si la banda es demasiado novata, desmadrada y desentendida, el director no hará falta, ya que no harán caso. Si la banda es demasiado buena, organizada y experta, el director tampoco hace falta, porque ya puede él dejar de mover los brazos, atarse los zapatos, beber un vaso de agua o irse al baño, que cuando regrese, los músicos habrán llegado al último compás, habrán interpretado la pieza perfectamente y no se habrán enterado de que el director no estaba.
        

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